sábado, 17 de mayo de 2008

FERIA EN HONOR A SAN MARTÍN DE TOURS-PATRÓN DE POMAHUACA.

Enero es el mes de la fiesta patronal, en el distrito de Pomahuaca. Han pasado este gran acontecimiento en donde especialmente la avenida San Martín y todas las calles se vistieron de fiesta. Se observó un innusitado ir y venir de los pobladores, algunos comerciantes que disputaron la mejor ubicación para sacarle el mayor provecho en esta celebración.
El ambiente festivo lo inundó todo; siendo el 30 el día central de la festividad viéndose una convergencia total de pobladores de los más recónditos anexos, se hacía difícil transitar pues la multitud fue muy grande.
En la avenida San Martín se encontraba de todo: artefactos, sombreros, calzados, locería, etc. los bares juegan un partido aparte en esta fiesta, algunos estuvieron dotados de equipo de vídeo, otros hicieron gala de su excelente sistema de sonido, con un sólo objetivo: atraer el mayor número de clientes en el día central. A las cinco de la mañana, el pueblo fue despertado con el estruendo de “veintiún”(sic) cámaretazos, acompañado por la banda de músicos que hicieron un recorrido por las principales calles.
La religiosidad se puso de manifiesto con mayor intensidad, el templo se encontraba copado por fieles, el Santo Patrón hizo su recorrido por las principales calles del distrito en una solemne procesión, con una multitud de feligreses.
Atraía la atención del público, la presencia de pintorescos personajes quienes realizan en SHOWS callejeros promocionando productos naturales, por lo general su actuación lo hacían acompañados por animales exóticos de la selva, pobladores de lugares vecinos, especialmente mujeres que lucían hermosas vestimentas multicolores (destacando los colores fuxia, naranja, rojo, verde) que le dan colorido especial al ambiente de la feria.
La quema de hermosos juegos artificiales embelleció las cálidas noches en los días centrales de la feria - esta vez fueron castillos de 12 cuerpos.
Pero, no se puede dejar de lado las actividades socioculturales que congregaron a muchos participantes como son: el folklore, las grandes tardes gallísticas, la feria artesanal, y las inolvidables noches bailables.
La niñez goza de la fiesta de una manera particular, pues con una propina hacen realidad el esperado momento de vivenciar sensaciones mágicas al subir a los juegos mecánicos.
El parque central hizo alusión a su nombre y concentra a centenares de eufóricos pobladores y visitantes.

Como todo acontecimiento tiene su final esta oportunidad nos dejó un sabor nostálgico, como resultado de la algarabía quedaron los bolsillos vacíos. Pero con la satisfacción de haber participado de un gran jubilo por la fiesta patronal.
Es hora de retornar a las actividades cotidianas y esperamos que el próximo año sea aún mejor.

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